Panistas plantean que Infonavit dé créditos escolares

junio 23, 2013

Se enfocarían en hogares que obtengan más de 14  salarios mínimos, según el proyecto; la Cámara de Diputados ya analiza la propuesta

23/06/2013 08:02 Ivonne Melgar

 

CIUDAD  DE MÉXICO, 23 de junio.- Ante la ausencia de un sistema de crédito accesible en una sociedad donde la  principal razón de abandono escolar es la falta de recursos, la Cámara de Diputados analizará una reforma constitucional que permita utilizar los fondos de vivienda como préstamos para la educación superior de los trabajadores o de sus familiares.

Propuesta por la bancada del PAN, la iniciativa busca establecer en el Infonavit un sistema de financiamiento para educación a nivel medio con especialidad tecnológica o a nivel superior.

El proyecto de reforma al artículo 123 y a la Ley de ese instituto se sustenta en el hecho de que en los próximos seis años México alcanzará  el mayor número de población entre 18 y 23 años.

Entre ese lapso, el país contará con 13 millones de jóvenes, una cifra que después de 2020 comenzará a descender.

Sin embargo, las actuales condiciones educativas únicamente ofrecen espacios de formación profesional a menos de la tercera parte de ese segmento poblacional.

La propuesta —que ya se turnó a las comisiones de Puntos Constitucionales y de Vivienda de San Lázaro— pretende incrementar la matrícula en 33 por ciento.

La reforma permitiría otorgar, a partir del año 2017, 200 mil créditos universitarios anuales.Gradualmente, el esquema de préstamos educativos alcanzaría en cinco años un millón de estudiantes del nivel superior.

Si bien todas las personas con acceso a Infonavit serían beneficiados por la reforma, se estima que se enfocaría principalmente a hogares que tienen resuelta la necesidad de vivienda y que, en promedio, cuentan con ingresos mayores a 14 salarios mínimos, es decir, unos 900 pesos diarios, sin descontar impuestos.

El PAN argumenta que 50.5 por ciento de las personas que interrumpieron sus estudios reportan que la principal razón del abandono fueron motivos económicos.

Los esquemas existentes para apoyar a esa población para financiar estudios privados apenas suma a 12 mil beneficiarios.

Las becas anuales para alumnos de bajos ingresos inscritos en la educación pública ascienden a 260 mil.

El diagnóstico incluido en la iniciativa subraya que “esos esfuerzos resultan insuficientes a la luz de la necesidad de acceso y permanencia” en la  educación superior de los jóvenes.

Los legisladores del blanquiazul plantean que la solidez financiera del instituto debe aprovecharse ahora para dar un impulso al financiamiento de la educación técnica y superior.

Para tal efecto, la reforma tiene dos aspectos. Uno: permitir que cuando el derechohabiente no quiera utilizar su crédito para vivienda, lo pueda hacer para su propia educación o la de sus familiares.

Y dos: dada la baja calificación que han obtenido las instituciones de educación superior se considera indispensable que estos créditos se otorguen para los programas reconocidos como de alta calidad por la SEP.

La modificación al artículo 123, correspondiente a la Ley Laboral, añadiría que los trabajadores, además de adquirir en propiedad las viviendas financiadas a través del Infonavit podrán “utilizar sus fondos para acceder a financiamiento para la educación superior de ellos o sus familiares”.

En cuanto a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, se adicionarían los artículos 3 y 42, a fin de establecer el citado sistema de financiamiento y especificar que los créditos deberán canalizarse a programas calificados como de “alta absorción laboral” por la Secretaría de Educación Pública.

Según las cuentas de la bancada del PAN, un año antes de que concluya el actual sexenio, el Infonavit tendrá un sobrante de liquidez equivalente a 200 mil créditos hipotecarios.

La cifra anterior representa 60 mil  millones de pesos anuales, una cantidad que, de acuerdo con esta propuesta, debería  destinarse a otra actividad.

“Lo anterior hace imprescindible repensar los alcances de la institución y potencializar su solidez financiera a favor de los mexicanos”, se argumenta.

Según el Conapo, el mayor número de población entre 18 y 23 años se tendrá entre 2015 y 2020 (13 millones), lo cual hace imprescindible buscar opciones de cobertura educativa.

Cifras a considerar

De acuerdo con datos del INEGI, en México sólo 31.8 por ciento de las personas tienen acceso a servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social, la mayoría de los cuales cotiza también al Infonavit.

  • Dentro de esta población sólo se encuentra 13 por ciento de los jóvenes entre 15 y 18 años que no estudian y no han encontrado un trabajo.
  • Según las proyección del Conapo, el mayor número de población entre 18 y 23 años se tendrá entre 2015 y 2020 (13 millones), posteriormente decrecerá a niveles similares a los de 2010 (12.5 millones).
  • La OCDE estima que los países miembros tienen una tasa de graduación de educación superior de 39 por ciento. 
  • Destacan Australia, Dinamarca, Islandia, Polonia y Reino Unido con tasas superiores a 50 por ciento.
  • En contraste, México, Arabia Saudita y Turquía son los que tienen coberturas menores a 25 por ciento.
  • Según la SEP, la cobertura de educación superior en México pasó de 2.5 millones de alumnos en 2000 a más de tres millones en 2011.
  • La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior en México pretende cubrir una meta de 48 por ciento de cobertura para 2020. Esto significaría una matrícula de más de cinco millones de estudiantes.
  • Actualmente operan fondos para financiar hasta a 12 mil estudiantes por crédito privado.
  • El gobierno federal por su parte otorga un promedio de 260 mil becas anuales para la población de bajos ingresos.  
  • Si bien en los últimos seis años el Infonavit otorgó un promedio de aproximadamente 500 mil créditos anuales, este número empezará a disminuir a partir de 2017.